Cuidar los equipos a través de un ejercicio reflexivo de trabajo, contención y creación
HOY MÁS QUE NUNCA
Hoy, más que antes, los diferentes grupos y equipos de trabajo se han visto sometidos a una altísima exigencia, la que además está acompañada de incertidumbre, condiciones precarias para trabajar y de las propias dificultades que toda participación en un grupo o equipo implica.
La situación social del país provoca además que estemos expuestos permanentemente a diferentes tipos de violencia. Por otra parte, las demandas sociales chocan con una escasa capacidad de escucha que tienen las autoridades, apareciendo una fuerte sensación de frustración con la que también hemos empezado a convivir.
Particularmente los equipos vinculados a la salud en general y a la salud mental, son cada vez más conscientes de lo paradojal en relación a sus exigencias y sus condiciones laborales. Esto se traduce en constantes e interesantes demandas para propiciar cambios estructurales, pero también en un ejercicio constante de reflexión y cuidado de los propios equipos, que es un ejercicio que en todo momento es bienvenido, hoy más que antes.
ANTE DIFERENTES SEÑALES
Son de variado tipo las señales que presentan los miembros de grupos o equipos de trabajo que evidencian el malestar subjetivo, institucional y social. Algunas de esta señales son fácilmente interpretables como parte del trabajo, naturalizando en ocasiones la repetición de dichas prácticas:
- Licencias médicas por estrés, evitación de cierto tipo de actividades)
- Agotamiento
- Desmotivación frente a temas que antes suscitaban interés y entusiasmo
- Falta de proyección
- Sensación de incapacidad en la ejecución o planificación del propio trabajo
- Aislamiento en la ejecución de algunas tareas
- Sensación de soledad
- Falta de compromiso con los objetivos grupales o con aquellos que dirigen el trabajo
- Reacciones sintomáticas o psicosomáticas
Este tipo de reacciones y prácticas, no debieran jamás constituir un hábito de una persona que trabaja con otras personas, como ocurre particularmente en profesionales de la salud mental. Sin embargo, cuando aparecen otro tipo de señales, que ya son de carácter derechamente improductivo, suelen interpretarse como consecuencia de un problema personal del profesional y la correspondiente sugerencia de enfrentarlo de manera también individual. Con ello se inicia un silencioso pero eficiente proceso de patologización de una dificultad que en su origen, tuvo un carácter colectivo, organizacional y/o administrativo.
LA NECESIDAD DE CONECTAR EL TRABAJO CON LA CONTINGENCIA
Se trata entonces de una urgencia ¿Cuál? lograr contar con espacios de diálogo, reflexión conjunta y trabajo de los equipos, destinado a conectar la contingencia nacional, la realidad por la que atraviesa el país, con la propia experiencia de trabajo. Para los miembros de los grupos y equipos esto debiera resulta una tarea fácil, pues es indudable que existe una conexión directa entre lo que está pasando y las condiciones laborales sobre las cuales se opera, particularmente en los espacios de atención directa a otras personas y los equipos que trabajan en salud mental pública.
Este ejercicio de conexión no debe corresponder a una simple constatación de lo difícil que son los tiempos que corren, sino que un diálogo entre compañeros de trabajo que van delineando todas las hebras que conectan (y que en ocasiones amarran) los diferentes ámbitos de su propio trabajo con todo lo que ha venido pasando en Chile y las demandas sociales que ahora se hacen presente.
El Núcleo del Departamento de Psicología de la Universidad de Chile, eQtasis, se ha dispuesto particularmente en este periodo que atraviesa el país, para el desarrollo de algunos dispositivos de autocuidado y cuidado de equipos, que se ofrecen a diferentes entidades, organizaciones e instituciones, de manera de ofrecer una ayuda concreta y especializada a nombre de la universidad de Chile. Son espacios de colaboración voluntaria que se realizarán durante todo lo que queda del año 2019.
TIPOS DE ACTIVIDADES QUE SE OFRECEN (TIPO 1, TIPO 2, TIPO 3, ETC.)
Estamos trabajando todavía este tipo de actividades
FASES.
Todo trabajo con cualquier grupo o equipo, requiere de una serie de fases, de lo contrario pudiera transformarse en la realización de una actividad demasiado puntual o antojadiza que no apela de manera directa a la necesidad de lo que se demanda. De hecho la misma definición de si se tiene un grupo de trabajo o un equipo de trabajo, puede tener ya un carácter interventivo. En esta lógica es que se consideran las siguientes etapas que se deben atravesar para llegar a realizar una ayuda efectiva:
1. Acercamiento/diagnóstico
Identificar a través de distintos métodos (encuestas online, entrevistas individuales, grupales, encuentro con la primera línea) los distintos factores que se ponen en juego en la dinámica que da origen, dirige y motiva al grupo a la demanda de contar con ayuda externa. Esto permite comprender cuáles son los problemas que emergen actualmente e historizar el grupo, para observar problemáticas que pueden traerse desde antes, por factores externos a ese equipo en particular. También con ello se pueden seleccionar variables transversales al funcionamiento del grupo, así como necesidades puntuales (organizaciones, gremiales, personales, técnicas, de formación) que se ponen en evidencia al momento de encontrar dificultades en el trabajo. El resultado de la fase permite establecer claramente objetivos que respondan a dicho diagnóstico acercamiento creado de manera conjunta.
2. Negociación/preparación
En conjunto con la contra parte, coordinadores del grupo, supervisores o bien representantes del propio grupo que son los que operan como factor de decisión, se generar un plan de acción basado en los objetivos que se han definido en la fase anterior. Esto aclara las acciones a llevar a cabo e intervenciones específicas, ajustando expectativas y conocimientos previos del funcionamiento del equipo con las condiciones de su realización, en términos de tiempo, espacio, participación, logro, entre varios otros.
3. Ejecución/creación
Se trata derechamente de la puesta en marcha del plan de acción que se ha creado en la fase anterior. Esto considera la aplicación de un dispositivo ad hoc al grupo y/o equipo con el que se trabaja, teniendo muy presente las condiciones institucionales, organizacionales, políticas y relacionales que se presenten. Los dispositivos tienden a tener una propuesta inicial que si bien está estructurada, va modificándose a medida que se establecen acuerdos de trabajo. Las diferentes modalidades de trabajo son también de variado tipo, cumplen con la característica de ser espacios colectivos, donde la participación es voluntaria y, como todo trabajo clínico, es guiado por uno, dos o más profesionales. El detalle de este tipo de dispositivos está en el apartado TIPO DE ACTIVIDADES QUE SE OFRECEN.
4. Evaluación/construcción
Una muestra de que se trata de la ejecución de un plan colaborativo y participativo es que toda persona que haya sigo parte de la actividad tenga posibilidad de evaluar la intervención y comentar acerca de su experiencia. Una buena evaluación además permite identificar las principales emociones emergentes con respecto al trabajo y al equipo; reconocer antiguas creencias y/o prácticas que dificultaban el trabajo; puntualizar los aprendizajes adquiridos y construcción de planes futuros de acción; detectar expectativas futuras; y, por cierto, evaluación a los profesionales y los dispositivos que se trabajaron en la actividad (ejercicio vital de retroalimentación para futuras iniciativas). Se sugiere que este tipo de evaluaciones se realicen mezclando modalidades, como lo son un encuentro dedicado específicamente a la evaluación, donde a través de un diálogo pueden emerger aspectos de orden cualitativo, con instrumentos sencillos (fichas de evaluación) que se han construido de manera específica para una experiencia en particular y que puede ser trabajada de manera online.
5. Seguimiento/continuidad
Un ejercicio de esta naturaleza debe siempre contar con acciones que estén orientadas a dar continuidad a la relación que se establece entre los ejecutores de acciones de auto cuidado y cuidado, con los miembros de los grupos y equipos con los que se ha realizado el trabajo. Esto puede ser a través de la llamada contra parte o quienes coordinan, pero idealmente debe existir una relación estructurada para favorecer un seguimiento de aquello que se ha comprometido. Tiende a ser efectivo el establecer algunos canales de comunicación online, como lo son los registros de fichas o las plataformas que permiten foros de diálogo permanente. En otras ocasiones, los ejecutores pueden visitar espacios de trabajo para contactarse con los grupos y/o equipos de trabajo y conversar acerca de los eventuales avances que pudieran estar presentándose. Un seguimiento además permite establecer otras vías de colaboración, trabajo, actividades, que sea consecuencia de las primeras.
CONDICIONES: Dispositivos realizables de manera gratuita, financiada, modalidad colaborativa
Estamos trabajando todavía este punto
Equipo de profesionales disponible, temáticas disponibles
Estamos trabajando todavía este punto.
Daniela Lagos
Acá algunos textos con intentos de “manualización” de las experiencias de autocuidado y cuidado de equipos
Guia para el diseno y estrategias de cuidado de equipos
Un documento generado por eQtasis en colaboración con el Departamento de Protección de Derechos, del Sename, en el 2014. Contiene elementos para un diagnóstico, estrategias para el fortalecimiento y especificaciones del rol de coordinador de equipos.
Guía para el cuidado de la Salud Mental (MInsal)
El Ministerio de Salud, a propósito de la situación del país y en el entendido de que toda esta experiencia afecta a la salud mental de las personas, emanó una guía del cuidado de la salud mental con distinciones e indicaciones muy básicas. Este material fue publicado recientemente en noviembre del 2019.
Primera ayuda psicológica: Guía para trabajadores de campo
Esta guía, realizada por la Organización Mundial de la Salud, trata de la primera ayuda psicológica, un modo práctico y humano para ayudar y apoyar a nuestros semejantes en graves situaciones de crisis. Se ha pensado para personas que se tienen la posibilidad de ayudar a otras que han experimentado un hecho extremadamente angustiante. Proporciona un marco de trabajo para apoyar a las personas respetando su dignidad, cultura y capacidades.
Otros materiales de Autocuidado y cuidado de equipos (artículos y documentos de trabajo)
Cuidado de equipos en el programa vida nueva 2012
El acompañamiento y el cuidado de los equipos en la psicología comunitaria
Estrategias de autocuidado en equipos de profesionales que trabajan maltrato infantil